La pérdida auditiva y visual: asociación con la función cognitiva y sus consecuencias en mayores
Por Marjorie Amparo Tapia Balcázar, Optómetra y alumna del Máster en Audiología Clínica y Terapia de la Audición de SAERA
Tutor: Dra. Nerea Ortega Castro
RESUMEN
La pérdida, tanto visual como auditiva, está entre las situaciones crónicas más frecuentes relacionadas con el envejecimiento; siendo habitual la relación de ambos déficits sensoriales a edades progresivas.
Son pocos los autores que estudian estos dos déficits de manera agregada. Se observa una ausencia de unanimidad en la comunidad científica en relación a las perspectivas y procedimientos empleados en la exploración y detección de estas deficiencias sensoriales. Esta falta de criterio unánime en los expertos causa inconvenientes en el progreso de programas de cribado que posibilitarían un diagnóstico y un tratamiento más adecuado.
El deterioro de la visión y de la audición afecta negativamente al modo de vida de los adultos mayores como grupo etario que comprende personas que tienen más de 65 años de edad, llegando a ser en gran parte de los casos motivo de minusvalía y dependencia. Existen pruebas de que el peligro de daño cognitivo se incrementa entre las personas con desórdenes visuales y auditivos.
Por este motivo, el objetivo principal del presente estudio es proporcionar a los lectores una actualización sobre conceptos útiles en esta área de constante evolución, para que esta revisión bibliográfica sea de utilidad en la enseñanza, así como también sea de interés entre las personas de ámbitos relacionados, ya que la lectura de la evidencia empírica más actual en este campo es la mejor forma de estar actualizados e informados.
La disminución cognitiva aumenta entre los adultos mayores en relación a aquellos con uno o ningún déficit sensorial, encontrando una agrupación notoria entre estado sensorial y capacidad cognitiva. Por lo que en el presente estudio se revisará la existencia de correlación entre pérdida visual y auditiva, así como sus consecuencias en la vida diaria del adulto mayor.
Palabras clave: Adulto mayor, disminución cognitiva, pérdida auditiva, pérdida visual.
Both visual and hearing loss are among the most frequent chronic situations related to aging, the relationship of both sensory deficits being common at progressive ages.
Few authors study these 2 deficits in an aggregate way. There is a lack of unanimity in the scientific community regarding the perspectives and procedures used in the exploration and detection of these sensory deficiencies. This lack of unanimous judgment in the experts causes inconveniences in the progress of screening programs that would allow a more adequate diagnosis and treatment.
The deterioration of vision and hearing negatively affect the way of life of the elderly, becoming in most cases the cause of disability and dependence. There is evidence that the danger of cognitive impairment is increased among people with visual and hearing disorders.
For this reason, the main objective of this study is to provide readers with an update on useful concepts in this area of constant evolution, so that this bibliographic review is useful in teaching, as well as being of interest among people from different fields. related, since reading is the best way to be updated and informed.
The regularity with which the cognitive decline increases among older adults in relation to those with one or no sensory deficits, finding a noticeable grouping between sensory state and cognitive ability, this has been observed in people examined. Therefore, in this study the existence of correlation between visual and hearing loss will be reviewed, as well as its consequences in the daily life of the elderly.
Key words: Older adult, cognitive decline, hearing loss, visual loss.
INTRODUCCIÓN
Las características del anciano, respecto al envejecimiento fisiológico y la adecuada forma de presentación de este proceso como tal, hacen importante la adaptación de un procedimiento adecuado de evaluación. Carulla (2004) encontró que respecto a la valoración geriátrica integral (VGI) con conexión a la parte auditiva y visual se manifiesta, además, como reacción a la elevada prevalencia en el adulto mayor de dificultades y problemas no diagnosticados, de alteraciones y dependencias recuperables no reconocidas, que se evaden a la evaluación clínica habitual.
Antecedentes
La vista y el oído son fundamentales en el desempeño humano, y contribuyen a la percepción y organización del pensamiento. Brennan y Horowitz (2005) afirman que cuando se origina un déficit sensorial, el conducto de efusión muestra impedimentos como que el paciente mantiene menor entrada de información a su alrededor.

Carter (1982) explica que entre las causas de pérdida visual están las afecciones de córnea, los defectos de refracción, las alteraciones pupilares, del cristalino, y la coriorretina, acromatopsia, distrofia de conos y, por último, la atrofia del nervio óptico. Las causas dependen de la ubicación geográfica, y situación socioeconómica, es importante resaltar que la falta de planeación gerontológica contribuye de manera importante.
Carter (1982) explica que:
En Europa Occidental (España) el aumento de la tasa de diabetes, incluye mayor prevalencia de ceguera ya que existen 979.200 personas con discapacidad visual de las cuales 920.900 presentan baja visión y 58.300 son ciegas. La frecuencia de discapacidad visual en España es del 2,14 %. Hay también estudios de países en los que hay preponderancia de catarata como causa importante, Brasil (33,2 %), Paraguay (64 %), y Turkmenistán (54 %), seguida por el glaucoma (25 %). En cambio, en Nigeria las opacidades corneales, deficiencia de vitamina A, la lepra, el sarampión y las complicaciones quirúrgicas. En el planeta existen aproximadamente 314 millones de personas con discapacidad visual; la mayoría son adultos mayores, y 45 millones de ellas son ciegas.
Algunos estudios como los de Pan y colaboradores (2013) hechos en personas latinas que viven en EEUU, Según los estándares internacionales, Estados Unidos ya ha «envejecido», puesto que actualmente las personas con 60 años o más suponen cerca del 20,7% de la población. Wolf (1967) afirma que la frecuencia de afecciones crónicas no trasmisibles, degenerativas, enfermedades sistémicas relacionadas con la edad, se relacionan directamente con alteraciones oculares.
Objetivos
Objetivo general
El objetivo principal es analizar en forma detallada la posible asociación entre la presencia de déficit sensorial (visual, auditivo y dual) y la capacidad cognitiva del adulto mayor, así como la influencia de los mismos y sus consecuencias en la vida cotidiana del adulto mayor.
Objetivos específicos
- Estudiar las dificultades auditivas y visuales, así como también el desenvolvimiento autónomo de los individuos de la tercera edad.
- Analizar si la posible asociación entre la presencia de déficit sensorial y la función cognitiva difiere en los sujetos con pérdida sensorial dual respecto de aquellos con una única o ninguna deficiencia sensorial.
- Identificar sus posibles causas verificando la eficacia del test del susurro y el de AV como herramientas de cribado auditivo y visual respectivamente.
- Conocer las diversas intervenciones terapéuticas y rehabilitación para el deterioro auditivo y visual respectivamente incluyendo su relación al beneficio en personas de la tercera edad.
Formulación del problema
¿Es necesaria la intervención terapéutica en adultos mayores, con disminución auditiva y visual incluyendo su posible asociación con la función cognitiva y cómo influye en su vida diaria?
Justificación del estudio
La presente revisión bibliográfica de tipo descriptivo, se basa en una recopilación de la literatura cotejada a fin de mejorar conocimientos sobre los estudios más relevantes respecto la intervención terapéutica, aplicable a los mayores con problemas auditivos y visuales, incluyendo su posible asociación con la función cognitiva hasta su repercusión en las actividades diarias. La OMS (2002) comunica que 285 millones de personas presentan Discapacidad Visual, aproximadamente el 65% pasan de los 50 años a nivel mundial, donde se ubican a los defectos refractivos no corregidos entre los desencadenantes más importantes de la pérdida visual. Un tercio de las personas con más de 65 años presenta discapacidad auditiva.
Metodología
Diseño de investigación
La recopilación del material de la presente revisión bibliográfica de tipo descriptivo se realiza de la siguiente forma:
Bibliográfica: se lleva a cabo un extenso y exhaustivo recuento de artículos científicos, libros y estudios realizados a nivel mundial sobre la disminución auditiva y visual, su posible asociación con la función cognitiva y sus consecuencias en la vida diaria del adulto mayor.
Descriptiva: porque explica las variables del estudio, así como las principales características que engloban la disminución auditiva y visual, su posible asociación con la función cognitiva y sus consecuencias en la vida diaria del adulto mayor.
CAPÍTULO I
1. INTRODUCCIÓN AL ENVEJECIMIENTO
San Román (1990) define a la edad como un progreso fisiológico, mental y natural, dividiendo el proceso vital en estadios particulares. A nivel biológico, psicológico y social, individuos de la misma edad muestran importantes diferencias en función a su estado de salud, respecto a su bienestar físico, nivel de colaboración, y autonomía, entre otros factores importantes
El ciclo vital se define como los periodos de división de la vida, y cambia dependiendo del tiempo y la cultura. Una persona es considerada mayor a partir de los 65 años, ya que esta es la edad de jubilación estipulada en algunos países como Brasil y Chile, entre otros. La Organización de Naciones Unidas (2012) coloca los 60 años como la frontera que define a las personas de edad.
Esta definición utiliza una estructura múltiple. Ciertos estudios (Gould, 1981; Bandura, 1986; Strehler, 1986) aseveran que, en lo referente al desarrollo, un individuo se define como el representante del proceso vital, e interviene en un universo activo.
Principales características del envejecimiento |
1. Proceso universal y un fenómeno progresivo. 2. Proceso lento pero dinámico, que depende de factores internos y externos. |
Tabla 1. Resumen de los principales aspectos que caracterizan el concepto de envejecimiento. Extraído de Vázquez (2017).
La OMS (2002) manifiesta que el envejecimiento distingue las diferencias progresivas biológicas, psicológicas y sociales conectadas a la edad, condicionado por elementos ambientales, los mismos que precipitan las diferencias ocasionadas por el tiempo facilitando un envejecimiento patológico. Respecto a esta definición, a finales de los 90 se instaura la expresión envejecimiento activo, termino aparte de los problemas de salud que acompañan a este ciclo.
Son manifestaciones múltiples, ya que de esa forma se interpretan las variaciones que aparecen en este proceso. Un estudio de Lin y otros (2011) en ancianos tenía la finalidad de instaurar modelos de cambio de los individuos de edad, a nivel biológico y comportamental, cuyos resultados han intervenido en la práctica clínica y la investigación en optometría y audiología.
1.4.1. Cambios biológicos
En todas las células, tejidos y órganos del cuerpo se dan cambios que modifican todos los sistemas corporales (Figura 1). Los cambios de la edad son propios para cada persona o sistema biológico y el deterioro cambia entre individuos.

1.4.2. Cambios en los diferentes órganos y sistemas
Los cambios en los órganos y sistemas con la edad y los aspectos relacionados con el sistema nervioso son tratados de forma independiente. Hay evidencia sobre las variaciones del sistema auditivo que cursan con el envejecimiento normal. El sistema auditivo esta correlacionado con diferentes variaciones, incluidas el oído (Figura 2) y el cerebro.

Figura 2. El oído humano. Extraido de Purves, Augustine & Fitzpatrick (2004).
1.5.1. Cambios en el sistema auditivo relacionados con la edad
Cambios en el oído externo: abarcan la degeneración de las fibras elásticas y el descenso del colágeno, la pérdida de elasticidad y fuerza de las estructuras del oído externo, incluyendo un enflaquecimiento de la superficie epitelial y atrofia del tejido subcutáneo.
Pabellón auditivo: incrementa el pelo en la zona del trago y las regiones inferiores del hélix, particularmente en hombres, el tamaño de la aurícula incrementa y las características físicas de la piel varían como consecuencia de la degeneración global de ésta, así como de los cartílagos y las fibras elásticas, la epidermis se hace más seca y delgada, menos elástica y eventualmente se presenta atrofia.
Conducto auditivo externo: disminuye la superficie epitelial y atrofia del tejido subcutáneo, la estructura glandular dentro del conducto auditivo pierde parte su función secretora, los folículos pilosos de la porción cartilaginosa incrementan en cantidad y longitud.
Cambios en el oído medio: incluyen variaciones en el envejecimiento, pero no tienen relevancia en la sensibilidad auditiva del anciano.
Cambios en el oído interno y vías auditivas: integrados por partes elementales, sensoriales, neurales, vasculares, sinápticos y mecánicos sensibles a las consecuencias del envejecimiento. Desde el órgano de Corti hasta el córtex auditivo se crean diferencias principales y químicas, que modifican la información auditiva cifrada.
Degeneración del órgano de Corti: estructura (Figura 3) más vulnerable a las diferencias histopatológicos conectadas con la edad, con la degeneración de las células ciliadas; células altamente diferenciadas y sin capacidad mitótica, aparece atrofia interviniendo en el ciclo de transducción, que es fundamental en la recepción del sonido.

Figura 3. Órgano de Corti del adulto. Extraído de Goodhill (1986).
Las células ciliadas externas son las primeras en perderse. Willott (1996) asevera que la disminución natural de la sensibilidad a los tonos puros con la edad es consecuencia del daño importante de células ciliadas en la región basal de la cóclea. Además, los umbrales auditivos cambian en relación a la región coclear. Mostrando que la disminución entre el 50%-75% en la cantidad de células ciliadas externas de la región del ápex tolera una pérdida auditiva (PA) inferior a los 40 dB HL. La baja de células ciliadas en la base de la cóclea da lugar a una pérdida auditiva en elevadas frecuencias, propia de la presbiacusia (Figura 4).

Figura 4. Organización tonotópica de la cóclea, extraído de Purves., Augustine. Fitzpatrick. (2004).
Degeneración de las células del ganglio espiral: Otte, Schuknecht, Kerr (1978) comprueban que la conexión entre el ciclo de envejecimiento y la pérdida de células ganglionares, es más importante en la base de la cóclea, esta sucesión se conecta con un declive en el promedio de fibras de la rama coclear del VIII par, esta conexión incluye los índices de reconocimiento vocal, presentando diferencias de la situación auditiva y claridad que penden del número de células ausentes y su ubicación.
Cambios en el sistema auditivo central: el mecanismo de audición se da por la destreza del cerebro para modificar los estímulos eléctricos del nervio auditivo en sensaciones y percepciones auditivas. (Figura 5).

Kirikae, Hansen, Reske-Nielsen (1965) instauran modificaciones pre y postsinápticas y diferencias en el núcleo coclear (NC), el complejo olivar superior (COS), el colículo inferior (CI) y el córtex auditivo primario (CAP). La disminución neuronal en núcleos específicos y un aumento en la pigmentación. Estudios de Konigsmark, Murphy y Crace (1970) analizan un declive neuronal en el núcleo coclear ventral a partir de los 60 años, así como en el porcentaje de fibras mielinizadas. Igualmente la cantidad de vasos y capilares por unidad de área decrece y al mismo tiempo incrementan los acopios de lipofucsina.
La audición de las personas de edad: estudios longitudinales (Lin, 2011; Moscicki, 1985) han observado las diferencias en los umbrales auditivos. La sensibilidad a los tonos puros decrece y es característico en la zona de elevadas frecuencias.

Gráfico 2 Descenso de la sensibilidad auditiva con la edad, extraído de Vázquez (2017).
A. Variación media de los umbrales tonales en función de la frecuencia: En hombres y mujeres tras 10 años de seguimiento del Baltimore Longitudinal Study of Aging. |
B. Variación media de los umbrales tonales en función de la frecuencia: En hombres y mujeres tras 10 años de seguimiento del Baltimore Longitudinal Study of Aging. |
Tabla 2 Descenso de la sensibilidad auditiva con la edad, extraído de Vázquez, M (2017).
1.5.2. Cambios en el sistema visual relacionados con la edad
Ocurren notables diferencias, estimadas como anómalas.
Cambios en los elementos ópticos: variaciones morfológicas y fisiológicas en distintas estructuras anatómicas, (Figura 6) que influyen en el desempeño visual del anciano. Estas variaciones se dan en los medios transparentes.

Figura 6 El ojo humano, extraido de Purves, D., Augustine G., Fitzpatrick, D., (2004).
Córnea: tiene mínimas variaciones en su curvatura propiciando diferencias en la resolución de la imagen retiniana, esta curvatura incrementa desde de los 50 años por lo que el poder refractivo se reduce al plano horizontal, y por esto los astigmatismos contra la regla incrementan en la tercera edad, ya que el epitelio corneal se reseca, la densidad de las células endoteliales se reduce y varía su morfología, así como el espesor corneal disminuye incluyendo la deshidratación del estroma, y en la esclera aparece de color amarillento dado por la deshidratación y la acumulación de (Figura 7) lípidos.
Cámara anterior: su profundidad disminuye, respecto al incremento del volumen del cristalino, lo que disminuye el ángulo de la cámara anterior con la raíz del iris e interviene en la evacuación del humor acuoso.
Pupila: la variación del diámetro pupilar en la adaptación a la luz y a la oscuridad es cada vez menor, existiendo también un pequeño aumento en la latencia de las respuestas pupilares paralelamente el tamaño pupilar en la luz y la oscuridad es cada vez más bajo, incluyendo ptosis palpebral sobre la pupila como consecuencia de la disminución de flexibilidad y fuerza en relación a la ancianidad.
Cristalino: es una de las estructuras principales en el desarrollo de la visión y la ancianidad trae variaciones en la configuración de fibras nucleares, lo que da lugar a la compresión sucesiva de estas capas. Su peso incrementa unidireccionalmente en la tercera edad. El diámetro ecuatorial también incrementa hasta los 70 años y reduce después de esa edad. La superficie posterior tiende a aplanarse y el grosor aumenta.
Vítreo: el origen celular del envejecimiento del vítreo es desconocido, ya que su fusión gradual se da en más de un 60% de adultos mayores entre los 80 y 89 años. Consecuentemente, éste puede separarse de la membrana limitante interna de la retina con colapso de la totalidad del gel hacia la parte anterior e inferior.
Cambios en los componentes neurosensoriales
Retina: disminuyen los fotorreceptores y células ganglionares, incluyendo cambios en el epitelio pigmentario de la retina, así como en el nervio óptico (NO). La concentración de estas células disminuye en un 30% entre los 34 y 90 años incluyendo la cantidad de conos ya que es notable una menor concentración de fotopigmentos en la fóvea. En el EPR se dan variaciones en la concentración celular, incluyendo trastornos morfológicos en la melanina celular, así como también la aglomeración citoplasmática de lipofucsina.
Cortex Visual: investigaciones exponen que la pérdida de la función cerebral y las diferencias más importantes a nivel cortical tienen conexión con el decrecimiento del manejo cognitivo se dan en la corteza visual. Como respuesta a los resultados de estas investigaciones proponen que el decrecimiento de algunas funciones visuales asociadas a la ancianidad y que como consecuencia llevan a variaciones funcionales en la función cerebral.
1.5.2.1. Cambios en la función visual relacionados con la edad
Están conectados a múltiples direcciones de la idoneidad visual.
Cambios en la capacidad visual relacionados con el envejecimiento |
|
Tabla 3 Cambios en la capacidad visual relacionados con el envejecimiento, extraído de Vázquez, M (2017).
Agudeza visual de lejos: la AV con corrección manteniendo valores normales hasta los 60 años, decreciendo después de esta edad rápidamente, y al presentarse recrudecen en ambientes con baja iluminación y el declive de esta virtud tiene conexión con el espacio al que se distingue el rostro de una persona.
Acomodación: también se le conoce como presbicia, disminuye y a partir de las 11D a los 10 años hasta ser mínima a partir de los 70 años. Y las personas de la tercera edad van perdiendo su capacidad para hacer actividades en visión cercana, cuya solución es la corrección óptica.
Sensibilidad al contraste: aumenta la magnitud del deterioro a medida que lo hace la frecuencia espacial. Múltiples investigaciones han evaluado la conexión entre la disminución de la sensibilidad al contraste y los problemas para realizar actividades diarias, también necesitan mayor contraste para identificar detalles en la vida cotidiana.
Sensibilidad al deslumbramiento: esta dificultad incrementa después de los 50 años, donde interviene la opacidad del cristalino, así como también las diferencias en el humor vítreo y el tamaño pupilar, el tiempo de recuperación después del deslumbramiento crece con el paso de los años, en el ámbito funcional principalmente.
Adaptación a la oscuridad: Curcio (1993) expone que esta capacidad decrece con la edad, se presenta un aplazamiento de adaptación en ambientes oscuros, ya que esta capacidad decrece desde los 20 años, pero a partir de los 60 años es más notorio. Y adulto mayor enfrenta dificultades respecto a los ambientes demasiado brillantes también ya que estos le provocan deslumbramiento.
Discriminación de colores: se reduce gradualmente ya que influye en la percepción de colores como el azul- amarillo (-80%) como consecuencia de una posible catarata. Teniendo en cuenta que esta disminución incluye problemas para reconocer colores. Y se refleja en las actividades de la vida diaria, respecto a esto los tonos suaves tienen gran importancia en su estado de ánimo, así como también la confusión de medicamentos.
Campo visual: esta disminucion es gradual (varios grados cada 10 años) y es más rápida desde los 50 – 60años, ya que el campo visual se reduce de forma seguida desde los 70 años, en esta etapa es muy notorio en el hemicampo periférico superior, teniendo en cuenta que el campo visual funcional disminuye mucho más especialmente en actividades que necesitan mayor concentración.
Estereopsis: “la población mayor percibe la profundidad teniendo en cuenta el declive de la correspondencia sensorial binocular, con sus remanentes de visión en función a la percepción de las formas de los objetos” (Carter, 1982).
1.6.1. Identificación del déficit sensorial
1.6.1.1. Concepto de cribado
La palabra cribado o screening es una exploración y detección temprana, donde las personas son evaluadas con pruebas que facilitan la clasificación de individuos con mayor posibilidad de sufrir una alteración concreta, en relación al diagnóstico auditivo y visual se da el desacuerdo respecto a los protocolos de detección aplicados, incluyendo la conexión con las opiniones basadas para el diagnóstico de estos déficits y sus respectivas taxonomías.
1.6.1.2. Test de cribado sensorial
Los expertos definen dos elementos importantes dentro de la detección de los trastornos visuales y auditivos. El uso de test clínicos estandarizados y la administración de cuestionarios de autopercepción (también denominados de autoevaluación) validados. Los dos vocablos que se van a usar como sinónimos en el presente TFM incluyendo las palabras visual impairment (VI) y deficiencia déficit visual, para diagnosticar el estado de discriminación visual y auditiva facilmente estas escalas de autoevaluación son de mucha utilidad ya que permiten la diferenciación de las personas que requieren atención especializada en audiología, optometría y oftalmología.
1.6.1.3. Test de cribado auditivo
Test clínicos: la Audiometría Tonal Liminar (ATL) se estima como el estándar dorado dentro de la evaluación auditiva, ya que es la forma más confiable para la exploración final, tamiza la percepción del paciente en tonos puros dentro del rango de frecuencias e incluye otros métodos. A pesar de no haber acuerdos sobre cuál de las técnicas del test de susurro es la más idónea, actualmente las autoridades de salud de Reino Unido y Australia informan sobre la importancia del tamizaje auditivo en las personas de la tercera edad, ya que cuenta el aval del Royal College of General Practitioners (Reino Unido) como prueba principal de exploración en la práctica clínica.
1.6.1.4. Cuestionarios de autoevaluación auditiva
El análisis en un screening auditivo y la selección del cuestionario de autoevaluación debe hacerse teniendo en cuenta su fiabilidad y la validez de su contenido. Además, debe ajustarse al objetivo marcado en cada caso particular, ya que el círculo biopsicosocial puede tener una influencia propia de las herramientas de tamizaje auditivo. Ventry, Weinstein y Lichtenstein (1998) estudiaron que el formulario más empleado a nivel mundial para el diagnóstico de daño auditivo en adultos mayores es el Hearing Handicap Inventory for the Elderly Screening Test (HHIE-S) creado en el año de 1982, en su versión reducida del original test Hearing Handicap Inventory for the Elderly (HHIE) validada en el año de 1990.
Ya que la operatividad de las pruebas, cambia dependiendo del tipo de población, para lo que se diseñó y validó en España el cuestionario Hearing en el año 2008. Basándose en la opinión de varias investigaciones la ventaja son las cualidades psicométricas que lo hacen una herramienta útil en la práctica diaria.
1.6.1.5. Test de cribado visual
Test clínicos: la OMS precisa la palabra visual impairment (VI) basada en la agudeza visual (AV) de lejos, incorporando también la disminución de campo visual, paralelamente dos investigaciones realizadas en Reino Unido calificadas como consideraciones de influencia del visual impairment mas confiables por la experta en el tema Astrid Fletcher (London School of Hygiene and Tropical Medicine), acuden a la AV para la evaluacion del VI. Como instrumentos de tamizado para las personas de la tercera edad. Smeeth (1998) observó que una prueba de exploración debe ser eficiente, de bajo costo, apta y de fácil aplicación ya que la implementación de más pruebas incrementa su costo permanencia, por lo que la ausencia de un estándar dorado figura una barrera en el diagnóstico visual.
1.6.1.6. Cuestionarios de autoevaluación de la función visual
Este tipo de pruebas evalúan la percepción subjetiva del paciente con VI, para llevarlo a cabo se emplean interrogantes, para la exploración de los problemas del paciente al realizar actividades propias de su diario vivir, estos datos ayudan a diagnosticar las restricciones a nivel visual, así como el empleo de terapias ortópticas al adulto mayor, incluyendo el análisis de las respuestas de participación. El Functional Vision Screening Questionnaire (FVSQ), es aprobado como instrumento de tamizaje para la exploración de pautas útiles en dificultades del sistema óptico. Pero es falto de valía en la evaluación optométrica, cuya función es seleccionar a los ancianos con defectos visuales que se favorezcan del protocolo de evaluación visual y oftalmológica. Las principales herramientas de cribado sensorial (auditivo y visual) se resumen a continuación.
CRIBADO AUDITIVO | CRIBADO VISUAL |
Audiometría Tonal Liminarβ | Toma de AV alto contraste VLϕ |
Test del Susurro | Campo Visual |
Test CALFRAST | Sensibilidad al Contraste |
Diapasones | |
Cuestionarios de Autoevaluación Sensorial | |
HHIE-S | FVSQ |
HDDA Scale |
Tabla 4 Principales herramientas de cribado sensorial, extraído de Vázquez (2017).
El umbral auditivo referencial para la valoración en personas de 65 años en adelante y la polémica en las especificaciones del sonido en la exploración audiológica, se basa en que no hay un acuerdo respecto a las frecuencias e intensidad del mismo, respecto a la parte más importante que son los mejores umbrales auditivos de 25db HL se instaura como final, el grado de acción y las recomendaciones del proceso de cribado según directrices de la ASHA sobre detección de pérdida auditiva en ancianos, especifican que el nivel de cribado de 25 dB HL a 1000, 2000 y 4000 Hz sin respuesta es indicativo de pérdida auditiva.
Los candidatos a la adaptación de audífonos presentan umbrales sobre los 40 dB HL, muestran pérdida de audición interrumpiendo la correspondencia. Ventry y Weinstein (1983) afirman que los ancianos incorporan a sus investigaciones un punto de corte paralelo, ya que no se conoce un acuerdo dentro del grupo científico y la dificultad para escuchar.
GRADO DE PÉRDIDA | ASHA USA dB HL | OMS* dB HL | UNIÓN EUROPEA dB HL | AUSTRALIA dB HL |
Leve | 26 ≤40 | 26 ≤ 40 | 21 ≤ 39 | 21 ≤ 45 |
Moderada | 41≤ 55 | 41 ≤ 60 | 40 ≤ 69 | 46 ≤ 65 |
Moderada-severa | 56 ≤ 70 | |||
Severa | 71 ≤ 90 | 61 ≤ 80 | 70 ≤ 94 | 66 ≤ 90 |
Profunda | 90 < | 80 < | 94 < | 91 < |
Tabla 5. Relación de las clasificaciones de la PA en grados o niveles más comúnmente utilizadas, extraído de Vázquez (2017).
Según la International Statistical Classification of Diseases and Related Health Problems 10th Revision (ICD-10) en su clasificación estándar, así como definiciones y criterios impuestos en relación al VI, son los más usados y la clasificación actual y es la versión ICD-10 del año 2016, aquí el concepto sobre discapacidad visual es reformulado como la presenting visual acuity (PVA) en relación a la expresión Baja Visión.
Moscicki y Cruickshanks (1998) analizaron el origen de la pérdida auditiva (PA) en ancianos en base a antecedentes provenientes del Framingham Heart Study, mostrando que este déficit apareció en el 31% de las personas evaluadas. Al evaluar la situación acústica en una pequeña parte de la población en Beaver Dam (Wisconsin) aquí la dominancia de problemas auditivos incrementó a un 45,9%, pero las consideraciones se basaron en el concepto general (PTA (0, 5, 1, 2,4 kHz) > 25 dB HL).
Investigaciones de Lichtenstein y otros, e Hidalgo y otros, (2008) en 178 personas de 65 años en adelante establecieron la preponderancia de disminución auditiva en personas de la tercera edad en un 43,6 %, estas investigaciones también incorporaron geriátricos.
La carencia sensorial que influye en el riesgo de disminución cognitiva en ancianos, busca mayor información respecto a la edad y sexo. Las diferencias en DSL y la habilidad cognitiva refiriéndose al déficit sensorial, se emplean odd ratio (OR) y su intervalo de confianza IC en 95 %, mostrando el nivel de agrupación de variables como indicador.
Test de susurro (whisper voice test): suministra datos semejantes a los de la audiometría tonal liminar “PA (V&W)” se visualiza agrupación entre las respuestas de las dos evaluaciones de screening en ambos oídos p < 0,001; OI: V de Cramer = 0,724, OD: V de Cramer = 0,750.
CRIBADO AUDITIVO | Sujetos, %(n) |
PA V&W Categoría de PAφ dB HL Leve 26-40 Moderada 41-55 Moderadamente Severa 56-70 ≥ Severa ≥ 71 Test del susurro OD OI | 46,1 246 30,0 160 13,5 72 4,1 22 0,4 2 42,6 224 49,0 258 |
CRIBADO VISUAL | |
BVI(OMS) Categoría de BVI(OMS) Cat. 1 0,3 > BPVA ≥ 0,1 ≥ Cat. 2 0,1 > BPVA VI Categoría de VI Cat. 1 0,5 > PVA ≥ 0,3 Cat. 2 0,3 > PVA ≥ 0,1 ≥ Cat. 3 0,1 > PVA | 10,5 56 7,9 42 2,6 14 37,5 200 24,7 132 9,0 48 3,7 20 |
Tabla 6 Caracterización sensorial de las personas que han participado en las investigaciones extraído de Vázquez (2017).
La disminución auditiva se ubica en el 56, 0 en base a una media proveniente de las investigaciones mencionadas en personas de 80 y 89 años y el 76,5% desde los 90 años, incluyendo un 30, 0 % con diminución auditiva 26-40 dB HL.
CRIBADO AUDITIVO | Sujetos, %(n) | |||
60-69 años | 70-79 años | 80-89 años | ≥90 años | |
PA V&W Categoría PAφ dB HL Leve 26-40 Moderada 41-55 Moderadamente Severa 56-70 ≥Severa ≥ 71 Test del susurro OD OI | 27,1 26 10,4 10 2,1 2 4,2 4 0,0 0 17,0 16 21,3 20 | 40,2 82 27,5 56 8,8 18 3,9 8 0,0 0 38,0 76 38,0 76 | 56,0 112 40,0 80 21,0 42 3,0 10 0,0 0 8,6 116 66,7 122 | 76,5 26 41,2 14 29,4 10 11,8 4 5,9 2 82,4 28 88,2 30 |
CRIBADO VISUAL | ||||
BVI(OMS) Categoría de BVI (OMS) Cat. 1 (0,3 > BPVA ≥ 0,1) ≥ Cat. 2 (0,1 > BPVA) VI Categoría de VI Cat. 1 (0,5 > PVA ≥ 0,3) Cat. 2 (0,3 > PVA ≥ 0,1) ≥ Cat. 3 (0,1 > PVA) | 2,1 2 2,1 2 0,0 0 14,6 14 12,5 12 2,1 2 0,0 0 | 5,9 12 2,9 6 2,9 6 30,4 62 21,6 44 5,9 12 2,9 6 | 16,0 32 13,0 26 3,0 6 51,0 102 32,0 64 13,0 26 6,0 12 | 29,4 10 23,5 8 5,9 2 64,7 22 35,3 12 23,5 12 5,9 8 |
Tabla 7 Caracterización sensorial de personas estudiadas por grupos de edad, extraído de Vázquez (2017).
El test de susurro muestra mayor susceptibilidad en los dos oídos, el 81,67 % de personas estudiadas con PA, el test del susurro no tuvo buenos resultados en el OD, a diferencia del OI donde la susceptibilidad fue del 90,00 %, es decir la particularidad está ubicada en un 90,21% en el OD y un 85,31 % en el OI.
Respecto al modelo audiológico de las personas en etapa de senescencia, se ve una disminución de susceptibilidad en tonos puros en personas cuya habilidad cognitiva está involucrada, decreciendo y apareciendo daño cognitivo, con umbrales acústicos < 40 dB HL en una jerarquía de 500-1000 Hz, frente a 500-3000 Hz con umbrales tonales considerados promedio en sujetos sanos. Esta observación paramétrica y no paramétrica de información expone conexión media entre el mejor oído y las puntuaciones del test cognoscitivo (MEC).

Gráfico 3: Perfil audiométrico de personas con y sin deterioro cognitivo, extraído de Vázquez (2017).
En las personas de la tercera edad que tienen o no daño cognitivo se han encontrado cambios importantes en información promedio de visión funcional entre las personas que participaron en las investigaciones, igualmente la observación paramétrica y no paramétrica de información expone la conexión favorable en personas con puntuaciones medias de visión funcional (binocular presenting visual acuity).
DETERIORO COGNITIVO | BPVA٭ | INTERVALO DE CONFIANZA AL 95% |
|
|
| Límite inferior | Límite superior |
NO | 0,67 ± 0,26 | 0,64 | 0,71 |
SI | 0,47 ± 0,25 | 0,41 | 0,53 |
Tabla 8 Agudeza visual funcional en función del estado cognitivo, extraído de Vázquez (2017).
Para prevalencia del déficit visual, auditivo y su seguimiento es necesaria la información de estudios e investigaciones semejantes, la disminución auditiva notable en el 46,1 % de los estudios investigativos podría haber intervenido en la comunicación examinador – examinado y las respuestas de los exámenes diagnósticos empleados basándose en la destreza del examinador. Ya que actualmente no hay instrumentos de tamizaje auditivo y visual para personas con déficit cognitivo avanzado y mínimas pruebas.
Muestra | Definición de PA |
| Frecuencia PA |
N=534; 60-97 años | Ventry y Weinstein | 46,1% (total) años | |
25,3% 65-74 | |||
46,6% 75-84 | |||
73,1% ≥ 85 | |||
Definición de VI | Frecuencia VI | ||
BPVA < 0,3 | 10,5% total | ||
1,3% <75 | |||
10,7% 75-84 | |||
23,9% ≥ 85 | |||
PVA < 0,5 |
| ||
37,5% (total) años | |||
11,8% < 65 | |||
(ojo mejor) | 15,2% 65-74 | ||
| 42,7% 75-84 | ||
61,2% ≥ 85 | |||
Definición del Déficit Dual | Frecuencia | ||
PA | VI | Déficit Dual | |
Ventry y Weinstein | BPVA < 0,3 | 8,2% (total) años | |
5,9% 70-79 | |||
13,0% 80-89 | |||
17,6% ≥ 90 | |||
PVA < 0,5 | 23,2% (total) años | ||
15,7% 70-79 | |||
34,0% 80-89 | |||
47,1% ≥ 90 |
Tabla 9 Frecuencia de la pérdida auditiva, visual y dual en la población valorada, extraído de Vázquez (2017).
2.2. Estado sensorial de la población
Hidalgo y colaboradores (1993) concuerdan que el decrecimiento de la pérdida auditiva se debe también a casos de exclusión, y resulta notoria la diferencia en relación al criterio, teniendo en cuenta que en estos estudios se establece un punto de corte > 40 dB HL para definir la PA. Esta preponderancia comprende datos iguales o mayores, el incremento en adultos mayores con deficiencia auditiva en Reino Unido es de un 54, 3% respaldado a la perspectiva elaborada para conceptualizar la PTA (0,5-4 kHz) > 30 dB HL).
La disminución de sensibilidad acústica en la zona de elevadas frecuencias es más notoria en hombres. La información es similar a diferencia de las mujeres que presentan incremento con respecto a las frecuencias con audición normal incluyendo los desacuerdos entre múltiples investigaciones.
Autor/ Estudio | Muestra años | Definición de PAφ dB HL | Prevalencia PA años |
Cruickshanks et al. (1998); USA EHLS | N=3753; 48-92
| PTA>25 oído peor | 45,9% total 43,8% 60-69 66,0% 70-79 90,0% 80-92 |
Davis (1989, 1995); UK National Epidemiological Study | N=2708; ≥17
| PTA>25 PTA>45 | 16,1% total 36,8% 61-70 60,2% 71-80 7,4% 61-70 17,6% 71-80 |
Gates y colaboradores. (1990); USA The Framingham Cohort | N=1662; 63-95
| PTA(0,5,1,2 kHz)>25 | 29,0% total |
Gopinath et al. (2009); Australia BMS | N=2956; >49 | PTA>25 | 33,0% total |
Lichtenstein y colaboradores. (1988); USA | N=178; >65 | Ventry y Weinstein | 30,0% total |
Lin et al. (2011); USA NHANES | N=717; >70 | PTA(0,5,1,2 kHz)>25 PTA(0,5,1,2 kHz) >40 PTA>25 dB HL PTA>40 dB HL | 44,8% total 16,5% total 63,1% total 26,5% total |
Hidalgo y colaboradores. (2008); España | N=1160; ≥65 | Ventry y Weinstein | 43,6% total |
Moscicki et al. (1985); USA FHS | N=2293; 57-89 (no residentes) | PTA>25 | 31,0% total |
Reuben et al. (1998); USA NHANES | N=2506; 55-74 (no residentes) | Ventry y Weinstein | 14,2% total 25-40% 65-74 |
Salonen y colaboradores. (2011); Finlandia | N=164; 70-85 (no residentes) | PTA>25 PTA>40 | 47,6% total 15,2% total |
Tay et al. (2007); Australia ACCS | N=167; ≥65 (no residentes) | PTA>40 | 13,8% total |
Wilson y colaboradores. (1993); UK | N=332; ≥65 (no residentes) | PTA≥35 | 54,3% total |
Tabla 10 Estudios de prevalencia de la pérdida auditiva en la población mayor, extraído de Vázquez (2017).
La gradación en equipos por cronología comprueba la conexión del envejecimiento con el deterioro cognitivo evidente en los estudios ya mencionados, en la tabla comparativa pese a que el cotejo de los rangos periódicos es complejo, exponiendo que según el National Institute of Health and Comunication Disorders valoran la presencia de PA de un 25,0 % en EEUU de 65 a 74 años como referencia. Ya que este organismo instaura un punto de corte menor para la evaluación del PTA > 35 dB HL en el mejor oído paralelamente a la estimación de los perfiles audiométricos divididos por equipos de acuerdo a la edad.
Brant y Fozard, Wiley, Hoffmann (2002) comprobaron la relación a la diferencia de los umbrales auditivos con paso del tiempo, del mismo modo en el presente TFM se manifiesta que aproximadamente desde los 70 años se precipita el cambio en los umbrales auditivos en frecuencias del habla de 3000Hz.
Capella, McDonnall , Mine, West, y Evans (2004) estiman que el 10,5% de personas participantes en estos estudios tienen VI, lo que expone una tasa prevalente aproximada de 6,9% aun colocando el punto de corte para la diagnosis de disminución visual en una BPVA < 20/40 por lo que los desacuerdos entre estudios respecto a la configuración y cronología de las cohortes evaluadas comprenden un porcentaje referente entre 80 y 100 años, lo que respalda las variaciones de la tasa preponderante de VI que puede variar de los 65 a los 84 años con un porcentaje de 35,6%.
Los estudios dirigidos por Dandona y Dandona (2005a, 2005b), Reidy (1998), Vitale (2006) y Taylor (2005) creen que el número de adultos mayores con defectos visuales incrementa de acuerdo a los consejos respectivos a la valoración del VI, en concordancia el 37,5% de las personas estudiadas, mostrando una agudeza visual normal para su edad de 0,5, que es más alta y de donde también se conceptualiza la disminución visual bajo los mismos consejos. Incluyendo grupos étnicos desde los 12 años de edad.
Autor/ Estudio | Muestra | Definición de VI | Prevalencia VI años |
Klaver et al. , (1998); Holanda The Rotterdam Study
| N=6775, ≥55 años
| 20/60>BCVA≥20/400
20/40>BCVA≥20/200 | 0,4% (65-74) 2,6% (75-84) 11,8% (≥85) 0,8% (65-74) 7,6% (75-84) 30,0% (≥85) |
Evans et al., (2002); UK Medical Research Center | N=14600, ≥75 años
| BPVA<6/18
BPVA<6/12 | 12,4% (total) 23,4% (85-89) 36,9% (≥90) 19,9% (total) 35,3% (85-89) 53,1% (≥90) |
Esteban et al., (2008); España | N=1155; >64 años | 20/40 >BCVA>20/200 20/63>BCVA>20/317 | 21,1% (total) 6,3% (total) |
Klein et al. (1991); USA BDES | N=2073, 43-84 años | BCVA<20/63 | 1,3% (total) 6,0% (≥75) |
Reidy et al. (1998); UK | N= 1547, >64 años | PVA<6/12 (en ambos ojos) | 30,2% (total) |
Taylor et al. (2005); Australia | BMES y MVIP
| PVA<6/12 (ojo mejor) | 4,51% (60-69) 11,41%(70-79) 28,75% (80-89) 39,49% (≥90) |
Van der Pols et al., (2000)); UK National Diet and Nutrition Survey | N=1362, ≥65 años
| PVA(EST)<6/18 | 14,3% (total) 3,1% (65-74) 11,6% (75-84) 35,5% (≥85) |
Vitale et al. (2006); USA NHANES | N=13265, ≥12 años | PVA<0,5 (ojo mejor) | 8,8% (≥ 60) |
West et al., (1997); USA
| N=2520, 65-84 años
| BPVA<20/40 | 6,9% (total) 4,1% (65-69) 4,3% (70-74) 9,0% (75-79) 16,0% (≥80) |
Wang et al. (2000); Australia BMES
| N=3654, ≥49 años
| BCVA<6/12 | 4,7% (total) 1,1% (60-69) 5,4% (70-79) 26,3% (≥80) |
Weih et al. (2000); Australia MVIP | N=5147, ≥40 años
| BCVA<6/12 | 4,1% (60-69) 8,6% (70-79) 27,3% (≥80) |
Wormald et al. (1992); UK | N=288, ≥65 años | AV(EST)<6/18 (cualquier ojo) | 7,7% (total) 14,2% (≥75) |
Tabla 11. Estudios de prevalencia de la discapacidad visual en la población mayor, extraída de Vázquez (2017).
Para valorar la preponderancia de la disminución visual en Cuenca (España) proporcionándole un 21,1 % al conceptuar el VI como 20/40 > BCVA >20/200 en el ojo con mejor visión. Rius, Harada, Klaver (1998) observaron que se diferencian en cuanto a la inclusión de información de la autopercepción en lugar de información proveniente de pruebas clínicas. Respecto a investigaciones hechas en Europa y Norteamérica los varones que necesitan menor discriminación visual ya sea de cerca o de lejos, se afirma que la preponderancia del VI es mayor que en las mujeres por su longevidad cuya singularidad se basa en el género, en comparación a investigaciones de VI en personas entre 65-80 años.
3.1.1. Médico
Respecto al tratamiento médico y quirúrgico no se conoce su efectividad, ya que el tratamiento adecuado es la rehabilitación, desde el punto de vista sanador y restablecedor.
3.1.2. Medicamentos
Se conoce una gran gama de fármacos como complejos vitamínicos, antioxidantes, antagonistas de calcio, medicamentos que aumentan la vascularización coclear. Se han sugerido tratamientos experimentales como el ácido pantótenico y coenzima A, se aplica además extracto de Ginkgo biloba y adicionalmente fármacos empleados en la terapéutica de isquemia tisular. Incluyendo el descenso de la viscosidad sanguínea lo que aumenta la microcirculación coclear, cuya ventaja consiste en la pérdida de tinnitus (acúfenos) y no de presbiacusia, consecuentemente no se conoce con certeza una dieta específica.
3.1.3. Rehabilitación protésica
Actualmente se utilizan ayudas auditivas o audífonos (audioprótesis) cuya finalidad es brindar efectos prácticos idóneos con audífonos digitales, ya que la interpretación digital de la señal da paso al manejo de sus recomendaciones. Permitiendo al paciente usar escuchar de nuevo en diferentes entornos, en personas en las que sea necesario se someterán con anterioridad a una valoración de un comité de implante coclear institucional, para acceder a esta audioprótesis rehabilitadora.
3.1.4. Otros
Lunner (2003) analiza que la instrucción y formación de la lectura labiofacial se considera como una ayuda óptima en la interpretación de palabras y se emplea en el momento en el que la audioprótesis no brinda una oportuna ganancia auditiva.
3.1.5. Quirúrgico
No se conoce actualmente procedimiento operatorio que devuelva la capacidad auditiva, pero se lleva a cabo en pacientes idóneos para colocación de implante coclear de ser necesario
3.2.1. Criterios de actuación.
Respecto a la intervención y procedimiento corresponden a ser el vínculo hacia los objetivos manifiestos, ya que, si el propósito de la terapia rehabilitadora del defecto visual es alcanzar mayor grado de integración en la medida de las posibilidades, la inclusión de este concepto será:
Gráfico 4: Criterios de actuación, elaboración propia.
3.2.2. Valoración objetiva de las dificultades del paciente:
Precisar gradualmente objetivos sencillos de lograr en el más corto tiempo posible para evitar el desánimo en el paciente y en el rehabilitador. La finalidad debe ser concreta e idónea acorde a las habilidades del paciente, postergando los que se conseguirán a largo plazo o los que provoquen cuestionamientos acerca de su continuidad. Deben ser útiles.
3.2.2.1. Tercera Edad
El contratiempo más común es la soledad, ya que no ameritan una adecuación a nivel laboral, así como perfeccionar sus habilidades de desplazamiento, excepto los que decidan modificar su situación respecto a la integración con la comunidad, con fines precisos y sencillos de lograr como actividades en visión cercana y lejana. Ya que las personas de edad se incentivan deprisa cuando verifican la utilidad de los apoyos ópticos respecto a las necesidades fundamentales para ellos.
3.2.2.2. Personas con otras deficiencias asociadas
Respecto a la rehabilitación, los individuos con dificultades asociadas deben tratarse igualmente, valorar y evaluar otras deficiencias y no descartar detalles por más pequeños que parezcan.
3.2.1.3. Grupos de Visión Funcional
Es posible dividirlos en cuatro grupos con sus propias dificultades, privaciones y opciones.
GRUPO | ALTERNATIVAS |
Grupo I: alteración Central de Campo: imposibilidad de usar la macula que es la zona con gran habilidad de discriminar pequeños detalles. Problemas: actividades en VC, VI y VL. | Alternativas: instruirlos respecto al enfoque de imágenes ya sea por encima o por debajo de las mismas para conseguir que queden libres del escotoma, es más difícil cuando la deficiencia es reciente ya que es normal la fijación en la zona central. Necesidades: buena iluminación y aumentos, la AV queda disminuida. |
Grupo II: reducción periférica de campo: no es posible usar la periferia de la retina, pero si su visión central ya sea total o parcialmente. Problemas: mejor VL y mala estereopsis, interviniendo en su desplazamiento, ceguera nocturna, lectura lenta, se saltan letras y se pierden al cambiar de renglón. | Alternativas: ayudas para movilidad: se debe medir la fijación de campo y el movimiento a base de rastreos y exploración exhaustiva, es necesario entrenar la memoria visual
|
Grupo III: hemianopsias Problemas: respecto a la VC si el lado izquierdo se ve afectado por el inicio de la línea, se presenta lentitud en la lectura e interpretación visual | Alternativas: entrenamiento compensatorio de movimiento de cabeza por déficit de campo.
|
Grupo IV: alteraciones no exclusivas de campo Problemas: acercamiento excesivo a los objetos, mala VL requiere intensa iluminación, contraste y necesidad de aumentos por la disminución de AV. | Alternativas: ayudas ópticas: entrenamiento para mantener la distancia de trabajo.
|
Tabla 12 Grupos de Visión Funcional, extraído de Vázquez (2017).
La disminución de esta habilidad es parte del desarrollo de la senescencia confirmando su identidad, la discapacidad auditiva implica incremento de problemas para interpretar la palabra hablada y para continuar una plática en ambientes muy ruidosos. Para disminuir las consecuencias de la dificultad auditiva los ancianos acuden a técnicas des complicadas sin interferir con su habitualidad, continuando con su papel respetable frente a la sociedad. Y manifestando un comportamiento sereno frente a la aseveración “no es necesario oírlo todo”, de esta forma se sienten más tranquilos.
Las personas de edad piensan que la disminución visual es un componente más del proceso de envejecimiento al que es necesario habituarse. Furner y colaboradores (1995); Travis y colaboradores (2004) en sus estudios analizan que el deterioro visual puede condicionar la vida diaria del mayor más que otros problemas de salud.
Múltiples investigadores concuerdan en la presencia de una asociación entre el estado cognitivo y estimulación sensorial del anciano, ya que han estudiado la conexión y relación entre pérdida auditiva y visual incluyendo la capacidad cognitiva individualmente, por esto hay mínima evidencia acerca de la relación entre cognición y DSL respecto a la edad. El instrumento concreto sobre la relación visión-cognición aún se desconoce, y se considera la disminución en actividades de estimulación cognitiva por disminución visual y baja la reserva cognitiva del adulto mayor con VI.
La realización de esta revisión bibliográfica de tipo descriptivo permite estudiar la temática con el desenvolvimiento autónomo de personas en edad avanzada, específicamente respecto a su estado auditivo, visual, rehabilitación terapéutica y los efectos de esto en su vida cotidiana.
Al concluir la presente revisión bibliográfica de tipo descriptivo hay que resaltar su importancia desde el ámbito teórico práctico, que como instrumento de investigación contribuye a otras personas que requieran de material bibliográfico similar, para consulta. Es de utilidad como una forma de difusión entre los familiares y personal encargado brindando cuidados geriátricos y la sociedad en general con déficit visual y auditivo, acerca de las intervenciones terapéuticas y rehabilitación, al proporcionar conceptos claros dando conocer algunas patologías; además de su abordaje.
Las diversas intervenciones terapéuticas y rehabilitación para la disminución auditiva y visual incluyendo su posible asociación con la función cognitiva y sus consecuencias en la vida diaria del anciano.
3.9.1. Variable dependiente
La terapia y rehabilitadora para estimular determinadas áreas cerebrales, en personas desde los 65 años, algunas con pérdida visual otras con pérdida auditiva y otras ambas.
3.9.2. Definición operativa de variables
Cribado cognitivo: la puntuación del Mini-Examen Cognoscitivo (MEC), a lo establecido para los mayores ≥ 65 años.
Deterioro Cognitivo: puntuación global en el test MEC ≥ 24 puntos = NO Deterioro Cognitivo y puntuación global en el test MEC < 24 puntos = SI Deterioro Cognitivo.
Baremos del Mini-Examen Cognoscitivo para la población geriátrica |
Normal: puntuación global del test ≥ 24 puntos. Deterioro cognitivo: puntuación global del test < 24 puntos |
GRADO DE DETERIORO |
Leve: 23 ≥ puntuación global del test ≥ 19. Moderado: 18 ≥ puntuación global del test ≥ 14. Severo: puntuación global del test ≤ 13 |
Tabla 13 Deterioro Cognitivo, extraído de Vázquez (2017).
Cribado auditivo
Audiometría tonal liminar “ATL”: por vía aérea.
Grado de pérdida auditiva: confirmado el déficit auditivo, se categorizaron según la ASHA en relación a la profundidad de la pérdida. Y se ven cuatro grados:
Categorización del déficit auditivo |
GRADO DE PÉRDIDA (PTA) RANGO DE PÉRDIDA dB HL |
Leve Moderada Moderadamente Severa ≥ Severa | 26-40 41-55 56-70 ≥ 71 |
Tabla 14 Categorización del déficit auditivo, extraído de Vázquez (2017).
Test de susurro (whisper voice test): expone la cantidad de ancianos que no son capaces de repetir los ítems susurrados o no responden a estos.
Cribado visual: dado que en esta revisión bibliográfica de tipo descriptivo los expertos evaluaron la AV.
Test de agudeza visual: este test tanto de lejos como de cerca permitió a los autores conceptualizar la agudeza visual empleada para el desarrollo. Desde la PVA en VL (binocular y monocular) se observaron las siguientes variables:
Binocular visual impairment/deficiencia visual binocular: AV binocular de lejos con RX menor de 0,3.
Visual impairment/deficiencia visual: AV de lejos con RX (PVA) menor de 0,5 en el ojo mejor. Para categorizar el grado de deficiencia visual se aplica la valoración de AV con tres categorías de VI: Categoría 1: 0,5 > PVA ≥ 0,3. Categoría 2: 0,3 > PVA ≥ 0,1. Categoría 3 o mayor: 0,1 > PVA
Pérdida sensorial dual (dual sensory loss): actualmente no existe concepto básico, por lo que se ha elaborado una conceptualización útil de la pérdida sensorial dual. Dual sensory loss.
Cribado auditivo: el protocolo audiológico implica una otoscopia, seguida de una (ATL) vía aérea y el test del susurro (whisper voice test).
Otoscopia: generalmente se utiliza un otoscopio manual.
Audiometría tonal liminar “ATL” (vía aérea): con un audiómetro y como estímulos sonoros se emplean tonos puros (rango 500-4000 Hz).
Test de susurro (whisper voice test): una vez finalizada la ATL, se hace la prueba de voz empleando frases sencillas, aplicando una pregunta a cada oído.
Cribado visual: el protocolo de evaluación visual de los adultos mayores en su cotidianidad se diagnostica a través de la cartilla de AV de lejos y cerca monocular y binocularmente con su RX en caso de usarlo.
Los adultos mayores con disminución auditiva y visual, y sus consecuencias en la vida diaria, estudios hechos en personas de la tercera edad y posible asociación con la función cognitiva y estudios hechos en mayores cumpliesen el criterio de edad (≥60 años).
Personas fuera del rango de edad establecido (menores) de 57 años y con deterioro cognitivo severo, personas con antecedentes de accidente cerebrovascular, dado que su presencia se relaciona estrechamente con una función cognitiva deficiente e individuos con escasa colaboración durante el desarrollo de las pruebas.
- Recolección de la información.
- Organización, planificación y elaboración de la información.
- Conclusiones y recomendaciones.
El desplazamiento humano depende en gran parte de habilidades específicas sensoriales, motrices o de lenguaje, cuyas deficiencias pueden causar dificultades específicas especialmente en las personas de la tercera edad. Ventry Weinstein (1983) explica que la observación y diagnóstico de la PA en el mecanismo de procesamiento de la información, se producen síntomas que afectan su capacidad auditiva al menos en uno de los dos oídos lo que implica una mayor presencia de este déficit sensorial, hasta que la pérdida visual empeora comprometiendo su funcionalidad.
CONCLUSIONES
Respecto al objetivo principal de analizar en forma detallada la posible asociación entre la presencia de déficit sensorial (visual, auditivo y dual) y la capacidad cognitiva del adulto mayor, así como la influencia de los mismos y sus consecuencias en su vida cotidiana.
De acuerdo a la relación audición y cognición en base a la información cotejada, las personas con daño cognitivo presentan aumento de la percepción auditiva en tonos puros. Paralelamente la conexión entre visión y habilidad cognitiva es más sólida que la que existe entre audición y cognición
En relación a los objetivos específicos planteados, entre la capacidad de percepción auditiva y discriminación visual, hay una relación continua aparte de los puntos de vista para conceptualizar los defectos refractivos, por lo que se confirma la relación entre deficiencia visual y auditiva.
Es muy importante valorar las actividades diarias conectadas con la audición y visión de los mayores, adaptando los indicadores a sus necesidades estableciendo opiniones correctivas adaptadas a estos indicadores concretamente aumentando su respuesta.
La regularidad del daño cognitivo es más grande en personas con perdida sensorial dual en relación a los que tienen solo un déficit sensorial sea este auditivo o visual, por lo que es muy importante la ampliación de criterios para valorar en que porcentaje influye cada uno de estos déficits a la habilidad cognitiva del adulto mayor.
Recomendaciones
Planificar y llevar a cabo programas que mejoren favorablemente los resultados de las habilidades visuales, auditivas y cognitivas de los mayores.
También sería recomendable la realización de proyectos de características similares, es indispensable, en diversos centros geriátricos especialmente en Ecuador, en el ámbito público y privado, para contrastar y generalizar las conclusiones obtenidas mejorando la inclusión de las personas de la tercera edad.
Al concluir esta revisión bibliográfica, se observa que quedan inquietudes en la parte de discrepancias, en relación a los beneficiarios por lo que se recomienda realizar investigaciones similares, en el campo de audiología y optometría que dispongan de los elementos necesarios, para cubrir esta necesidad.
Implicaciones éticas
De manera significativa las diversas bondades que brinda la rehabilitación con el seguimiento, en las habilidades auditivas y visuales incluyendo la inclusión de ancianos en actividades funcionales se debe plantear la introducción a la figura profesional del audiólogo en los programas de salud y prevención en geriátricos, dando prioridad a personas de la tercera edad con pérdida visual y auditiva.
B, S. (1977). Time, cells, and agign. New York : Academic Press.
Bandura, A. (1986). A social cognitive theory Englewood Cliffs. Englewood Cliffs: NJ Prentice-Hal.
Birren, J. C. (1985). Research on the psychology if aging principles concepts and theory 2nd ed. New York: Van Nostrand Reinhold .
Brant, L. F. (1990). Age changes in pure-tone hearing tresholds in a longitudinal study of normal human aging. Acoust Soc Am, 88(2), 813-820.
Bredberg, G. (1958). Cellular pattern and nerve supply of the human organ of Corti. Acta Otolaryng, (236), 1-135.
Brennan, M. H. (2005). Dual sensory loss and its impact on everyday competence. Gerontologist, 45(3), 337-346.
Capella, M. M. (2005). The effects of single and dual sensory loss on sympt of depression in the elderly. Int Geriatr Psychiatry, 20(9), 855-861.
Carter, J. (1982). The effects of aging on selected visual functions color, vision, glare sensitivity, field of vision, and accomodation. Aging and Human Visual Function, 121-130.
Carulla, S. (2004). Longevidad tratado integral sobre salud en la segunda mitad de la vida. Madrid: Editorial Medica Panamericana.
Crace, R. (1970). Morphologic alterations winth age in the human cochlear nuclear complex. Ph.D. Dissertation Ohio. Ohio: Ohio University.
Cruickshanks, K. W.-P. (1998). Prevalence of hearing loss in olde adults in Beaver Dam. The Epidemiology of Hearing loss Study. Am I Epidemiol, 148(9), 879-886.
Curcio, C. M. (1993). Aging of the human photoreceptor mosaic: evidence for selective vulnerability of rods in central retina. Invest Ophthalmol Vis Sci, 34(12), 3278-3296.
Dalton, D. C. (2003). The impact of of heraring loss on quality of life in older adults. Gerontologist, 43(5), 661-668.
Dandona, L. y Dandona, R. (2006a). Revision of visual impairment definitions, in the International Statiscal Clasification of Diseases. BMC Med, (16), 4-7.
Dandona, L. y Dandona, R. (2006b). What is the global burden of visual impairment. BMC Med, (16), 4-6.
Davis, A. (1989). The prevalence of hearing impairment and reported hearing disability among adults in Great Briatain. Int J Epidemiol, 18(4), 911-917.
Davis, A. (1995). The prevalence and distribution of hearing impairment and reported hearing disability in the MRC Institute of Hearing Research”s NAtional Study of Hearing. London : Whurr Publishers.
Esteban, J. M. (2008). Visual impairment and quality of life: gender Differences in the elderly in Cuenca, Spain. Qual Life Res, 17(1), 37-45.
Evans, B. R. (2004). Correctable visual impairment in older people: a major inmet need. Ophthalmic Physiol Ompt, 24(3), 161-180.
Evans, D. y. (2002). PArticipation in cognitively stimulating activities and risk of incident Alzheimer disease. JAMA, 86(7)), 795-800.
Furner, S. R. (1995). Medical conditions differetially affect the development of IADI disability: implications for medical care and reseach. Gerontologist, 35(4), 444-450.
Gates, G. C. (1990). Hearing in the elderly: the Framingham cohort Part I. Basic audiometric test results. Ear Hear, 11(4), 247-256.
Goodhill, V. (1986). El Oido enfermedades, sordera y vértigo. . México: Ed. Salvat.
Gopinath, B. R. (2009). Prevalence of age-related hearing loss in older adults: Blue Mountains Study. Arch Intern Med, 169(4), 415-416.
Gould, S. (1981). The mismeasure of man. New York : Norton .
Hagberg, B. (1995). The individual´s life history as a formative life experience to aging. The art and science of reminiscing: Theory, research, methods, and applications. Washington D.C.: Taylor & Francis.
Hansen, C. R.-N. (1965). Pathological Studies in Presbycusis: Cochlear and Central Findings in 12 Aged Patients. Arch Otolaryngol, 82(2), 115-132.
Harada, S. N. (2008). Gender difference in the relationships between vision and hearinga impairments an negative well, being. Prev. Med., 47(4), 433-437.
Hayflick, L. (1994). How and Why We Age . New York : Ballantine Books .
Hidalgo, J. G. (2008). The Hearing- Dependent Daily Activities Scae to evaluate impact of hearing loss in older people. Ann Farm Med, 6(5), 441-447.
Hoffmann, J. K. (2002). Chapter 3 Globalization in the Maritime Nexus, in Handbook of Msritime Economics and Business. Concentration in Liner Shipping, 35-62.
Karlsson, A. H. (2003). Hearing confirms existence and identity- experiences from persosns with presbycusis. Int Audiol, 42(2), 106-115.
Kirikae, I. S. (1964). A Study of hearing in Advanced Age. Laryngoscope, 74(2), 205-220.
Klaver, C. W. (1998). Age- specific prevalence and causes of blindness and visual impairment in an older population: the Rotterdam Study. Arch Ophthalmol, 116(5), 653-658.
Konigsmark, B. M. (1970). Neuronal populations in the human brain. Nature, 228(5278), 1335-1336.
Lichtenstein, M. B. (1988). Validation of screening tools for identifyng hearing-imaired elderly in primary care. JAMA, 259(19), 2875-2878.
Lichtenstein, M. H. (1998). Cross cultural adaptation of the hearing handicap inventory for the ElderlyScreening Version (HHIE-S) for use with Spanish-speaking Mexican Americans. J Am Geriatr Soc., 46(4), 492-498.
Lin, F. F. (2011). Hearing loss and cognition in the Baltimore Longitudinal Study of Aging. Neuropsychology, 66(5), 763-770.
Lin, F. M. (2011). Hearing loss and incident dementia. Arch Neurol, 68(2), 214-220.
Lin, F. Y. (2013). Hearing loss and cognitive decline in older adults. JAMA Intern Med, 173(4), 293-299.
Lunner, T. (2003). Cognitive function in relation to hearing aid use. Int. Audiol, 42(1), 49-58.
Mine, M. M. (2016). Association of visual Acuity and Cognitive Impairment in Older Individuals. Fujiwara-kyo Eye Study Biores, 5(1), 228-234.
Moscicki, E. E. (1985). Hearing loss in the elderly: an epidemiologic study of the Framingham Heart Study Cohort. Ear Hear, 6(4), 184-190.
OMS (2002). Envejecimiento activo: un marco politico. Rev Esp Geriatr Gerontol, (2), 74-105.
OMS (2020). Informe Mundial sobre la vision . Ginebra: OMS.
ONU (23 de noviembre de 2012). La longevidad, forjando el futuro. Mensaje del Secretario General con motivo del Dia INternacional de las Personas de Edad. Obtenido de Naciones unidas: http://www.un.org/es/events/olderpersonsday/2012/sgmessage.shtml
Otte, J. S. (1978). Ganglion cell polpulations in normal and pathologial human cochleae. Implications for cochlear implantation Laryngoscope, 88(8 Pt 1), 1231-1246.
Pan, c. (9 de 01 de 2013). Racial variations in the prevalence of refractive errors in the United States. The multi-ethnic study of atherosclerosis. Obtenido de Am J Ophtalmol: http://dx.doi.org/10.1016/j.ajo.2013.01.009
Pastalan, L. (1982). Enviromental desgn and adaptation to the visual enviroment of the elderly . Aging and human vidual function, New York.
Purves, D. A. (2004). The Auditory System Neuroscience 3th ed. Massachussetts: Sinauer Associates.
Reidy, A. M. (1998). Prevalence of serious eye disease and visual impairment in a north London population: population based, cross sectional study. BMJ, 316(7145), 1643-1646.
Resmikoff, S. P. (2008). Global margnitude of visual impairment caused by uncorrected refractive errors in 2004. Bull world health organ, 86(1), 63-70.
Reuben, D. W. (1998). Hearing loss in community- dwelling older persons: national prevalence data and identification using simple questions. J Am Geriatr Soc, 46(8), 1008-1011.
Rius, A. A. (2014). Visual impairment and blindness in spanish adults geografic inequalities are not explained by age or education. Ophthalmology, 121(1), 408-416.
Ross, J. R. (1996). Audiology Desk. New York : Thieme.
Salonen, J. J. (2011). Relationship between self- reported hearing and measured hearing impairment in an elderly population in Finland. Int J Audiol, 50(5), 297-302.
San Román, T. (1990). Vejez y cultura. Hacia los limites del sistema . Barcelona : Fundació Caixa de Pensions .
Schuknecht, H. (1993). Pathology of the Ear 2ed. Philadelphia: Lea y Febiger.
Smeeth, L. I. (1998). Effectiveness of screening older people for impaired vision in community setting. Systematic review of evidence from randomised controlled trials, 316(7132), 660-663.
Strehler, A. (1986). Social foundations of thought and action: a social cognitive theory . Englewood Cliffs NJ: Prentice Hall .
Suzuka, Y. S. (1988). Rerograde cochlear neuronal degeneration in human subjects. Acta Otolaryngol Supl, (450), 1-20.
Tay, T. W. (2007). Sensory impairment, use of community support services, and quality of life in aged cara clients. j Aging Healt, 19(2), 229-241.
Taylor, H. K. (2005). Vision loss in Australia. Med, 182(11), 565-568.
Travis, L. B. (2004). Explorin Functional Disability in older Adults with Low Vision. Vis Impair Blind, 98(9), 534-545.
Tugwell, P. H. (1985). Cliinical Epidemology. A basic science for clinical medicine. Boston: Little Brown y Company.
Van der Pols, J. B. (2000). Visual acuity measurements in a national sample of British elderly people. Ophthalmol, 84(2), 165-170.
Vázquez, M. (2017). Perdida visual y auditiva su posible asociacion con la funcion cognitiva . Santiago de Compostela : USC.
Vázquez, M. (2017). Pérdida visual y autiva y su posible sociacion con la funcion cognitiva en el adulto mayor . Santiago de Compostela: Facultad de óptica optometría.
Ventry, I. W. (1983). Identification of elderly people with hearing problems. ASHA, 25(7), 37-42.
Vitale, S. C. (2006). Prevalence of visual impairment un the United States. JAMA, 295(18), 2158-2163.
Wang, J. F. (2000). Age-specific prevalence and causes of bilateral and unilateral visual impairment in older Australians: the Blue Mountains Eye Study. Clin Experiment Ophthalmol, 28(4), 268-273.
Weih, L. V. (2000). Age-specific causes of bilateral visual impairment. Arch Ophthalmol, 118(2), 264-269.
Weinstein, B. (2012). Psychosocial Changes with Aging. New York: Thieme Medical Publishers.
Werner, J. (1982). Development of scotopic sensitivity and the absorption spectrum of the human ocular media. Opt Soc Am, 72(2), 247-258.
West, S. F. (2003). A randomized trial visual impairment interventions for nursing home residents: study design, baseline characteristics and visual loss. Ophthalmic Epidemiol, 10(3), 193-209.
West, s. M. (1997). Function an visual impairment in a population- based study of older adults. The see project Salisbury Eye Evaluation. Invest Ophthalmol Vis Sci, 38(1), 72-82.
Whitbourne, S. (2001). Physical and Sensory Changes in Adultthood and Old Age. New York: John Willey y Sons .
Wiley, T. C. (1999). Aging and middle ear resonance. Am Acad Audiol, 10(4), 173-179.
Willott, J. (1996). Anatomic and physicologic aging a bebavioral neuroscience perspective. San Diego: Singular Pub Group.
Wilson, P. F. (1993). Prevalence of hearing loss among peopled age 65 years and over: sreening and hearing aid provision. Br J Gen Pract, 43(375), 406-409.
Wolf, E. (1967). Studies on the shrinkage of the visual fiel with age. Highway Res Rec, 1967 (167), 1-7.
Wormald, R. W. (1992). Visual problems in the elderly population and implications for services. BMJ, 304(6836), 1226-1229.
CAMBIOS EN EL SISTEMA NERVIOSO |
MORFOLÓGICOS: el cerebro humano sufre una pérdida considerable de peso, de modo que a los 90 años pesa cerca de un 10% menos que a la edad de 20. Cambios en la superficie cerebral, con un estrechamiento de las circunvoluciones y un ensanchamiento de los surcos cerebrales. Cambios en el sistema neurotransmisor: los neurotransmisores sufren cambios, sobre todo en el sistema colinérgico. La transmisión sináptica se ve alterada. Y descenso en el número de neuronas. La pérdida neuronal varía entre regiones cerebrales y entre sujetos. |
FUNCIONALES: declive de ciertas funciones cognitivas. Reducción o pérdida de los reflejos. Descenso de la velocidad a la que se transmiten los potenciales de acción (eferentes y aferentes): “tacto fino” y dolor, se perciben con mayor dificultad. Y aparece el temblor senil, rápido y fino. |
SUEÑO: disminución del sueño profundo y por tanto mayor dificultad para conciliar el sueño y disminución del sueño REM en adultos muy mayores por lo que aumenta del tiempo de vigilia. |