Disfunciones oculomotoras en niños con dificultades en la lectura
Alumna Maite Aguirre Canales estudiante del Master en Optometría Clínica y Terapia Visual
Resumen
Este estudio presenta una revisión bibliográfica sobre las disfunciones oculomotoras en niños con dificultades en la lectura. Mediante el análisis de literatura científica de los últimos 15 años, se examina cómo estas disfunciones impactan en la capacidad lectora. Se empleó una metodología precisa para seleccionar estudios relevantes y confiables, basándose en la Pirámide de la Evidencia Científica para garantizar la calidad y la aplicabilidad de la evidencia.
Los resultados de esta revisión indican una correlación significativa entre las disfunciones oculomotoras y las dificultades de lectura en niños, destacando la importancia de diagnósticos precisos y de intervenciones tempranas. Se sugiere que mejorar las habilidades oculomotoras podría ser una estrategia efectiva para facilitar la lectura. Este trabajo también señala la necesidad de integrar evaluaciones oculomotoras en los enfoques educativos y clínicos para apoyar a esta población vulnerable. Finalmente, se recomienda la continuación de investigaciones que exploren intervenciones específicas dirigidas a mejorar las funciones oculomotoras, con el objetivo de desarrollar prácticas basadas en evidencias más específicas y efectivas para abordar las dificultades de lectura en niños.
Palabras clave: Movimientos Oculares, Test Dem, Eye Tracking, Lectura, Oculomotricidad, Sacádicos.
Introducción
La oculomotricidad se estudia desde principios del siglo XX y en los últimos años los investigadores han obtenido muchos conocimientos sobre este tema. Pero la unión entre los estudios realizados hoy en día sigue estando limitada, por lo que dificulta la aplicación en la práctica clínica basada en las disfunciones oculomotoras (Piñero, 2020).
Los movimientos oculares tienen muchas funciones en las tareas cotidianas, dado que funcionan en coordinación con los movimientos del cuerpo y la cabeza.
La oculomotricidad requiere de un control y coordinación entre los dos ojos, para cumplir una correcta oculomotricidad son necesarias tres habilidades importantes que debemos evaluar: los sacádicos, la fijación y los seguimientos. Éstos son los que más tardan en desarrollarse y están muy implicados en la lectoescritura, las tres deben estar bien desarrolladas a nivel de cada ojo, debiendo estar coordinadas para que la oculomotricidad se cumpla de forma eficiente.
Los sacádicos
Los sacádicos son movimientos oculares rápidos que cambian el punto de fijación en los que los ojos se dirigen de manera simultánea hacia un objeto que se desea observar. La sacada es el movimiento más rápido que puede generar el cuerpo humano y tiene que existir un barrido en el cual se parte de un objeto nítido hasta otro punto de fijación nítido donde se orienta a ambas fóveas sobre el mismo punto, su objetivo es posicionar la imagen de un campo visual sobre la fóvea. En la lectura, es el encargado de llevar al ojo a fijar palabra por palabra, cuanto menos sacadas se realicen, más rápida es la lectura y mejor es su comprensión.
La fijación
La fijación es la capacidad de mantener de forma voluntaria la mirada en un objetivo de forma nítida. Durante los sacádicos se producen fijaciones que duran aproximadamente 200-250 msg, en las que el ojo no está totalmente estable. En la lectura son los encargados de mantener fija y nítida la palabra impresa.
Los seguimientos
Los seguimientos son movimientos voluntarios, suaves, controlados de los ojos para mantener un objeto en movimiento en la fóvea mientras la cabeza está estable. Su principal objetivo es realizar una búsqueda fluida para mantener la misma velocidad del objeto. Existen dos tipos de seguimientos dependiendo de la velocidad a la que se dirija el objeto; suaves y rápidos. En la lectura son los que se encargan del cambio de reglón (Bilbao & Piñero, 2020).
Cuando el observador identifica un objeto de interés que se mueve lentamente, inicialmente se genera un movimiento sacádico para colocar ambas fóveas en el objeto. Después se activa el sistema de seguimiento y el observador puede mantener ambos ojos centrados en el objetivo. Existen limitaciones en cuanto a la rapidez con la que el sistema de persecución es capaz de rastrear un objetivo. En la mayoría de los casos, cuando la velocidad del objetivo supera los
70 grados por segundo, el sistema de persecución ya no podrá mantener los ojos en el objetivo y se recurrirá al sistema sacádico para readquirir el objeto de interés (McCaslin & Doettl, 2018).
Descarga el archivo completo en el siguiente enlace: Maite Aguirre Canales – Revisión bibliográfica de disfunciones oculomotoras en niños con dificultades en la lectura (2024) – SAERA
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